Förtidsröst
Votación adelantada. un gran invento
Artículo de Mauricio Aira publicado en Bolivia
Tentado por un cielo azul límpido y los 18 grados de temperatura casi en las estribaciones del verano escandinavo me dispongo a llegarme hasta el centro de Gotemburgo donde el Padre Tobías Unnerstål párroco de Cristo Rey nuestra Comunidad Católica ofrece una conferencia sobre La Sábana Santa que acaba de visitar en Turín Italia con un privilegiado grupo de jóvenes, pocos días después que lo hiciera Benedicto XVI que postrado ante la venerada reliquia de cuatro metros de largo y uno de ancho cubrió el Sagrado Cuerpo de NSJ cuando fue bajado de la Cruz y que se conserva por un milagro que nadie ha podido explicar, como un testimonio latente de su sacrificio en el Gólgota. No obstante lo apasionante del tema, hoy nos ocupamos del acto electoral en Suecia.
Instalado en mi restaurant favorito Murvell (periódico de la calle) cuando disfrutando de una cerveza fría, la vista se detiene en el exterior. En un escenario atractivo en blanco y azul que congrega a varias personas veo que son atendidas por jóvenes de polera amarilla con franjas azules y se lee en la parte superior “Votación Adelantada. Vota aquí”. Me aproximo en efecto y pregunto a una sonriente asistente electoral. “Cómo hacer si todavía no me llegó la célula” refiriéndome al documento que semanas antes de cada elección la Corte te hace llegar incluyendo las instrucciones de cómo votar. Casi simultáneamente los partidos políticos alrededor de 10 cumplen lo suyo y ponen en el buzón de cada uno de los diez millones de habitantes la papeleta electoral con listas de 3 colores. Candidatos para el Congreso. Candidatos para la Gobernación y Candidatos para la Alcaldía Municipal.
“No hay problema alguno – responde atentamente – ¿me permite su carnet de identidad?” Cuando lo tiene al frente digita los 10 números que identifican a cada ciudadano y una vez que los datos aparecen en la pantalla ordena al impresor una copia que solícita me extiende en cuestión de pocos segundos y me provee de un número X que corresponde al turno de ser atendido, apenas dos personas por delante, un segundo funcionario me instruye “aproxímese al mostrador y recibirá los tres sobres para elegir usted las listas de su preferencia” otros pocos segundos más para encontrar la lista de mis candidatos a la Comuna, la Gobernación y el Parlamento que marco con una cruz al delante de cada uno de los tres nombres que tengo ya identificados desde siempre, me desplazo dos metros hacia el recinto secreto y ensobro la lista correspondiente a cada subierta que tiene una ventanilla circular pequeña para comprobar que hay tan solo una papeleta y que cada uno de los 3 sea de distinto color, esto es que corresponde a cada categoría.
Ya con los sobres en la mano, que yo mismo he cerrado los entrego a una tercera funcionaria que delante mío los coloca en un sobre mayor, lo cierra y me devuelve para ser yo mismo quien lo introduzca en una ánfora allí colocada.
Siendo Suecia de régimen parlamentario no hay elección directa sino que los diputados elegirán al Primer Ministro responsable de la Administración, los concejales provinciales elegirán sus autoridades, y los concejales municipales elegirán al Burgomaestre o sea el Alcalde que gobierna de común acuerdo con los munícipes. De este modo en una operación que me llevó menos de 10 minutos he cumplido con el deber cívico de ejercitar mi derecho de voto, sin colas, sin molestias ni esperas. Esto puede ocurrir tan sólo en un Reino como Suecia bajo el imperio del orden y la conciencia del deber ciudadano en un procedimiento piloto que facilita el ejercicio que significa un ahorro en el presupuesto electoral y menor costo de funcionamiento. El voto anticipado es una buena manera de votar sin prisas ni tensiones de última hora.
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