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miércoles, marzo 22

David Beriain es periodista español que infiltró el cárcel del Chapo Guzmán y luego escribió sus descubrimientos con relación al negocio de la cocaína que de Bolivia, Colombia y Perú termina siendo consumida en mercados de Europa y EEUU. cómo lo hacen, cuánto ganan, quienes? lo describe muy bien el comunicador.


INVESTIGACIÓN. El periodista español David Beriarin (i) se infiltró en el Cártel de Sinaloa.
INVESTIGACIÓN. El periodista español David Beriarin (i) se infiltró en el Cártel de Sinaloa.

Cocaína de Bolivia va al cártel del Chapo Guzmán


ANTECEDENTE

Hoy, miércoles 15 de marzo, a través de Discovery Channel, canal 54 de CotesTv, se podrá ver este documental que ya empezó a causar repercusiones en varios países.


El Cartel del Chapo Guzmán se abastece de cocaína de Colombia, Perú y Bolivia, cuyo tráfico hasta México constituye el verdadero negocio, según una investigación del periodista español David Beriarin que se infiltró en el Cártel de Sinaloa, la organización de narcotraficantes más peligrosa de México. Hoy se difundirá un documental en Discovery Chanel.

Una de las principales revelaciones de Beriarin es cómo está organizado el negocio de la droga y cuáles son sus principales ganancias. Según cuenta, el cártel del Chapo ya no ve factible transportar grandes cantidades de cocaína a Estados Unidos y eso lo deja en manos de intermediarios y minoristas a los que les vende las sustancias luego de importarlas desde Sudamérica.

"El negocio real del cártel es la traída de la cocaína desde los países productores: Colombia, Perú, Bolivia, hasta Culiacán, Sinaloa", dijo Beriarin en entrevista con radio Fórmula de México.

Luego agrega: "Allí en Culiacán se la venden a distribuidores más pequeños que son aliados del Cártel de Sinaloa, pero independientes, y son esas relaciones clientelares, porque no son trabajadores del cártel, son aliados, y esa posibilidad que le da el Cártel a mucha gente de ganar dinero, genera muchísima lealtad y eso no se va a acabar por mucho que Joaquín Guzmán esté en la cárcel ya sea en México o en Estados Unidos", señala. La compran a $us 2.500 el kilo y la venden en Culiacán a $us 17.000.

Este miércoles 15 de marzo, a través de Discovery Channel, se podrá ver este documental que ya empezó a causar repercusiones en varios países.
En extractos de una entrevista con el Huffpost México, el periodista se refiere a la complicidad de la Policía mexicana con el cártel y a la provisión de armas desde Estados Unidos.

La semana pasada, en una visita a Sucre, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, informó que de acuerdo con un informe de organismos internacionales, el 99% de la cocaína que se consume en Estados Unidos proviene de Colombia y Perú, mientras que el 1% es de Bolivia.

También señaló que el 60% de la cocaína que llega a Europa proviene de Perú vía Brasil y Bolivia.

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martes, marzo 14

gracias a Los Tiempos que en una separata publica la Ley de la Coca. la crónica también contiene puntos de vista sobre los efectos de la polémica Ley en Bolivia...el original en LT, está ilustrado con buenas fotofrafías.


LA POLÉMICA LEY GENERAL DE LA COCA Y SUS EFECTOS EN BOLIVIA

22 mil hectareas de coca en el país. 14.300 para Los yungas de La Paz y 7.700 para el trópico de Cochabamba.

En medio de una evidente división en el sector cocalero de Bolivia, el Gobierno promulgó la semana pasada la Ley General de la Coca, una normativa que prácticamente duplica las hectáreas legales que pueden ser cultivadas en el país.
Esta nueva regla establece 22 mil hectáreas de coca, de las cuales 14.300 están destinadas a Los Yungas de La Paz y 7.700 al trópico de Cochabamba. La Ley 1008 del Régimen de la Coca y Sustancias Controladas, solo permitía 12.000 hectáreas en territorio paceño y consideraba ilegal la producción en Chapare.
Según dos especialistas consultados por LOS TIEMPOS, la nueva normativa va a aportar, de manera significativa, a una “élite” que se dedica exclusivamente a la producción de coca.
Los expertos coincidieron en que la nueva ley no va a promover más plantaciones de coca, debido a que las más de 20 mil hectáreas permitidas ya estaban en el Chapare y Los Yungas desde hace muchos años y que lo único que se está haciendo es legalizar la producción existente en Bolivia.
También mostraron su preocupación por la inexistencia del documento promulgado, el cual no fue publicado hasta la fecha y sería susceptible a alteraciones, pese a haber sido modificado ya en la Cámara de Diputados y Senadores.
De esta manera, tras la promulgación, se aguarda la reglamentación, en la que el Gobierno espera trabajar de forma consensuada con los productores de La Paz y Cochabamba. Sin embargo, aún surgen muchas voces que anuncian un incremento en el narcotráfico, descontrol en la producción y otros problemas que afectarían la imagen de la sociedad boliviana.

¿CUÁNTA COCA ES NECESARIA PARA EL CONSUMO LEGAL?

Hablar de cifras con relación a la producción y comercialización de coca en Bolivia es una tarea difícil; sin embargo, el docente e investigador del Instituto de Estudios Sociales y Económicos (IESE), de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), Karl Hoffmann, cree que el consumo tradicional en el país requiere de aproximadamente 14 mil hectáreas.
“A alguien se le ocurrió hablar de hectáreas, pero el consumo no se lo calcula en superficie se lo hace en gramos o en kilos y ese el primer error de aquellos que buscan medir el consumo a través de hectáreas. Podríamos hablar de unas 20 mil toneladas métricas al año para el consumo tradicional, lo que se traduce en unas 14 mil hectáreas aproximadamente, pero el cálculo está mal ya que debe ser en toneladas”, señaló Hoffmann.
En este contexto, el experto informó que el año pasado ingresó a los mercados legales unas 19 mil toneladas métricas de coca que “supuestamente” son consumidas, en su totalidad, dentro del uso tradicional.
“No toda la coca de los Yungas que va al mercado legal se va al consumo tradicional y no toda la coca del Chapare se va al narcotráfico, hay que ser claros y explicar también que gran parte de la hoja del trópico ni pasa por el mercado legal ya que se va a Santa Cruz y en esa ciudad no hay pues un mercado legal, pero igual se vende para el acullico”, explicó.
Por su parte, Fernando Salazar, doctor en Sociología, catedrático de la Universidad San Simón y autor de cuatro libros del movimiento cocalero, aseguró que en Bolivia “siempre existió” más de 25 mil hectáreas de plantaciones de coca y que es complicado determinar la cantidad que va al uso tradicional.
“El informe de EEUU habla de más de 35 mil hectáreas, desde el Gobierno se anuncian unas 19 a 20 mil pero lo cierto es que en Bolivia siempre ha habido, en promedio, unas 25 mil hectáreas en total”, indicó.
De esta manera, Salazar aseguró que el resultado de las 22.000 hectáreas legales contempladas en la nueva ley se traducirán en coca excedentaria destinada al narcotráfico, mercados legales desconocidos y un incremento en el consumo de cocaína al interior del país.

LA COCA Y SU PODER ECONÓMICO

Hoffmann aseguró que los cocaleros de Bolivia lograron generar, entre el 2006 y 2015, aproximadamente unos 320 millones de dólares anuales, lo que significa que durante todo el Gobierno de Evo Morales, este sector recaudó más de 3.200 millones de dólares. Esta cifra es muy similar a la que se maneja en la agroindustria cruceña, uno de las fracciones mejor posicionadas económicamente en el país.
El especialista dijo que este millonario monto se debe, irónicamente, a la creación de la Ley 1008. Informó que en Bolivia existen unos 70 mil productores de coca registrados, de los cuales 40.000 corresponden al trópico de Cochabamba y 30.000 a los Yungas paceños.
“La ley 1008 impuesta por los gringos, que buscaba exterminar todos los cultivos excedentarios de coca en Bolivia, impulsó desmesuradamente el crecimiento económico del sector, un fenómeno que se debe a la exclusividad que tienen los productores de coca para la producción y a la oferta y demanda”, aseguró Hoffmann.
“Se les ha dado carta blanca a los cocaleros para que ellos produzcan exclusivamente la coca, se les ha otorgado un círculo monopólico de control de precios (…). Los precios de esta hoja se definen por los vaivenes del mercado, cuando hay menor cantidad de coca la oferta es menor pero la demanda se mantiene constante”, agregó.
En este contexto, indicó que con la subida de los precios es probable que muchas personas que consumen tradicionalmente la hoja no puedan acceder a ella y solo lo hagan aquellos que tienen la capacidad económica. “Los que tienen posibilidad de compra obviamente son los del mercado ilegal”, enfatizó.
“No necesariamente fueron superiores las ganancias cuando las superficies fueron mayores, ni cuando las hojas de coca inundaron masivamente el mercado (…). Hoy en día la fracción cocalera de los Yungas y del Chapare tiene la evidente capacidad de generar ingresos mayores a 350 millones de dólares anuales”, explicó el docente investigador.

CIFRAS HISTÓRICAS SEGÚN LA UNODC

Según los datos de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (Unodc), la etapa en que se manifiesta un incremento acelerado de producción de coca fue en el gobierno de Luis García Meza, cuando la superficie creció de 10.806 hectáreas a 29.582.
En el gobierno de Hernán Siles Suazo en 1982, los cultivos alcanzaron a 39.834 hectáreas. Durante el mandato de Paz Estensoro, se superaron las 65.000 hectáreas.
A partir de la promulgación de la Ley 1008, en 1988 se comenzó a reducir significativamente los cultivos de coca.
Durante el segundo gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, se registraron 22 mil hectáreas y finalmente, durante el periodo del MAS, a la cabeza de Evo Morales, se cuenta con un promedio de 26 mil hectáreas.

PLANTEAN CREAR UNA UNIDAD DE MONITORIO A LA PRODUCCIÓN DE COCA

El catedrático e investigador, Fernando Salazar, cuestionó los resultados que constantemente presenta la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) asegurando que los mismos no cuentan con bases sólidas y que sus monitores son irresponsables.
Ante esta crítica, Salazar propone crear una unidad de monitoreo a las actividades relacionadas a la coca, que esté conformada por la Unodc, la Comisión Europea, comisiones de los vecinos países, EEUU e investigadores de las principales universidades del país e incluso extranjeras.
“Los datos de la Unodc son incompletos, ellos no monitorean las zonas ilegales, que tampoco son contempladas como zonas de erradicación. Solo monitorean cuando son 100 hectáreas continuas y esa es su gran falencia”.
En este contexto, el catedrático señaló que con la cantidad de coca que se produce en el país, considerando el destino ilegal, potencialmente se producen unas 22 a 25 toneladas métricas de cocaína anuales.
“Este dato que doy puede que no tenga un estudio pero esa es la realidad y todos los expertos la conocen. El Gobierno tampoco hace estudios sobre este tema y es su obligación mostrar datos de la cocaína que se fabrica en Bolivia, nos catalogan como país exportador de esta droga y eso es verdad, es evidente que somos el tercer país mundial productor de cocaína”, explicó Salazar.
Finalmente dijo que con la creación de esta unidad de monitoreo se va a dar credibilidad a la Ley General de la Coca y a los resultados que se vayan emitiendo sobre producción excedente, comercialización y narcotráfico en Bolivia.

ADEPCOCA DICE QUE COCA DEL TRÓPICO VA AL NARCOTRÁFICO Y CHAPARE DEFIENDE PRODUCCIÓN

Diferentes dirigentes de la Asociación de Productores de Coca de los Yungas (Adepcoca), señalaron en reiteradas oportunidades que la coca del Chapare “no se destina al mercado tradicional” y que su uso es para la producción de cocaína.
El presidente de Adepcoca, Franklin Gutiérrez, sostuvo que los Yungas no necesitaban la ampliación de sembradíos, como señala la nueva Ley que sustituirá parte de la 1008, ya que “el consumo no demanda más espacio para nuevas plantaciones”.
“Del Chapare todos saben que la producción de coca no va al consumo tradicional, no va al masticado. Esa coca es más larga y gruesa y lastima a la lengua”, señaló.
El representante defendió la producción yungueña; sin embargo, manifestó la necesidad de evitar hectáreas en zonas no tradicionales como Caranavi y Apolo, en el departamento de La Paz.  
“Nuestra hoja va al pijcheo, a choferes, albañiles, mineros y otros que consumen nuestra hoja. La hoja de los Yungas es dulce y más pura, se puede masticar. Ese es sido nuestro reclamo a nivel de los Yungas y tres provincias”, dijo.
En respuesta a estas declaraciones, el exdirigente de las Coordinadora de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba, Leonardo Loza, aseguró que la coca chapareña es consumida, sobre todo en Santa Cruz, y que actualmente se elaboran “un sinfín” de productos en base a esta hoja.
Con respecto al tema de impuestos al sector cocalero, Loza manifestó que los productores de la región del trópico de Cochabamba están dispuestos a pagar un impuesto al Estado, en contraposición a los cocaleros de Yungas que rechazaron la posibilidad.
Proponen pagar un impuesto de 50 bolivianos al año por productor, asegurando que con este tributo fortalecerán el Tesoro General de la Nación (TGN)
“Queremos aclarar para el entendimiento del pueblo boliviano, las seis federaciones de Cochabamba en su integridad, estamos dispuestos a pagar nuestros impuestos sobre la hoja de coca. Lamentablemente Yungas de La Paz no quiere aportar al pueblo boliviano pero sí, las seis federaciones del trópico, aunque se opongan los hermanos de La Paz estamos dispuestos a contribuir con nuestros impuestos”, aseguró.
Expresó que el trópico de Cochabamba esta de acuerdo con las 22.000 hectáreas de coca y estima que incluso “en el futuro se necesitarán más” para exportar e industrializar la hoja. Calificó de “derechista” la actitud asumida por Adepcoca.

DECOMISAN 2,3 TONELADAS DE COCAÍNA EN LOS DOS PRIMEROS MESES DEL 2017

La Fuerza Especial de Lucha Contra el narcotráfico (Felcn) decomisó 2,3 toneladas de cocaína y 105,8 de marihuana en operativos efectuadas en los dos primeros meses del año, informó el Viceministerio de Defensa Social y Sustancias Controladas.
Los agentes destruyeron nueve laboratorios modernos de cocaína, ocho de reciclaje de droga y 629 de fabricación de estupefacientes, en 1.798 operaciones realizadas.
En las intervenciones fueron detenidas 466 personas por delitos de narcotráfico y se confiscaron dos avionetas.
Entretanto, en medio de este escenario de disputas, críticas y aceptaciones, la Ley General de Coca fue promulgada en el país sin contemplar los impuestos al sector ni la regulación al tema de sustancias controladas, una norma que aún debe ser tratada en la Cámara de Senadores.
Se trata de una ley complementaria a de la coca que permitirá enterrar definitivamente la Ley 1008, que actualmente sigue vigente, según reconocieron legisladores oficialistas.

miércoles, marzo 8

Mauricio Aira observa con preocupación la actividad de la Unión Europea después de la promulgación por E. Morales de "La Ley de la Coca" que amplía en mucho las hectáreas de coca, tras lo que viene una mayor producción de cocaína con el efecto pernicioso en los mercados de consumo sea en Bolivia como fuera de ella.

Pensar que la cocaína goza de popularidad y que su uso se hace más permisivo y aceptado por grandes mayorías es un craso error. Basta contemplar la represión de policías y agentes especializados a nivel mundial, provoca estremecimiento. Ver el motor YouTube.com y los cientos de videos de la actividad policial en los aeropuertos de Lima, de Buenos Aires, de Rio de Janeiro, de Bogotá que están copiado la tecnología y los recursos humanos e informáticos de Europa y de EEUU y Canadá para impedir el libre tránsito de “mulas y correos” hombres y mujeres que utilizan sofisticadas maneras de camuflar la droga en la ropa, en medicinas, en alimentos, en frutas, en maletas de doble fondo, o dentro de sus propios cuerpos al ingerir cápsulas que luego deponen llegados a destino con riesgo de sus vidas.

Si los gobiernos de Perú, Chile, Brasil y otros no viesen importante combatir el narcotráfico como se aprecia en el material audio visivo mencionado, no pondrían tanto énfasis y energía en combatirlos.

¿Por qué tanto trajín por el polvo blanco de “la droga maldita”? porque la demanda es grande, los mercados se expanden y los precios suben. Hay factores coadyuvantes como la mejor organización de las mafias que disponen de medios tan avanzados como los de las mismas policías que no obstante tratan de perfeccionar su relacionamiento y coordinación. En artículo separado hemos descrito organismos como Grupo Horizontal Drogas de la Unión Europea, de la Alianza Europea sobre Drogas, de la Europol y Eurojust, así como de MaritimeAnalyuzsis and Operations Centre Narcotics y Baltic Sea TaskForce, todos estos coodinando con la Comisión de Estupefacientes de la ONU (CDN) muy activos, especialmente después de conocer el anuncio de la Nueva Ley de la Coca, que en la práctica hará desaparecer la Ley 1008 que era referente ante el mundo de la voluntad boliviana.

Documentos producidos en la Unión Europea reponen la estrategia de apoyar los esfuerzos en el llamado Desarrollo Alternativo que los mafiosos de Colombia, Perú y Bolivia se encargaron de desprestigiar y llevar al fracaso, como el muy conocido aporte de Escandinaria en MILKA, la moderna planta de Lácteos que fue desmantelada porque los cocaleros simplemente no quieren industrias que ocupen tierras, en este caso para el pastoreo de hatos de vacas para producir leche.

Se han formado comisiones en la UE para formular nuevas políticas de coordinación porque la decisión de frenar la producción de coca, por ende, de cocaína, (sin coca no hay cocaína) es firme y habrá un desplazamiento de esfuerzos coordinados en este sentido como en los años setenta, ochenta del pasado siglo. Aspectos sanitarios y de preservación del medio ambiente están siendo tomados en cuenta, justamente como reclaman medios nacionales que hacen ver la proximidad de la coca y la producción de alimentos, que en el caso bolivianos están siendo desechados y, por desgracia sustituidos por importaciones, afectando la economía con el drenaje de divisas y desplazando grandes grupos humanos otrora dedicados a producir frutas, verduras, cereales, pescado, carnes, etc., etc.

Falsa apreciación de grupos cocaleros cuando actúan impunes ante la Sociedad Boliviana, olvidan del entorno internacional que tiene puestos los ojos en el Régimen de la Coca y que está dispuesto a frenar este colosal avance en nuevas áreas de cultivo de la coca, escalada brutal en la comercialización de una droga que está ganando consumo entre nuestros jóvenes que caen presas del vicio, bajo el estimulo de ciertos grupos, encargados de su expansión con grandes atractivos.

miércoles, marzo 1

escrítora y periodista la autora muestra gran admiración por el sueco Nordenskiöld que pasó muchos años en tierra de los aborígenes de Oriente en 1904. sin ocultar sus propias ideas destaca virtudes del etnólogo que quedó encantado en las tierras bajas. su aporte es por cierto valioso.


Un sueco entre los indios de las tierras bajas

Erland Nordenskiöld (1877-1932) fue uno de los primeros etnólogos en recorrer las tierras bajas de Bolivia. Perteneciente a una familia de científicos y exploradores, este investigador sueco realizó dos grandes viajes a Bolivia: uno en 1904-1905, en el que también visitó Perú, y otro en 1908-1909, que empezó en el Chaco y continuó por la selva, y del que salieron dos libros, La vida de los indios (1912) e Indios y blancos (1922). A diferencia de los aventureros que encontraba a su paso, al sueco no lo movía la extracción de la goma o la fiebre del oro o la ambición de convertirse en un terrateniente. Su propósito generaba escepticismo y burla entre los blancos: no podían creer que un europeo hubiera viajado desde tan lejos para convivir con los indios de la región, a quienes consideraban salvajes que solo servían de mano barata o esclava.

Nordeskiöld iba acompañado por Carl Moberg, un compatriota suyo al que conoció en la travesía en barco de Suecia a Buenos Aires, y a quien describe como un “muchacho salvaje”, un “hombre audaz y sin miedo” que se llevaba bien con los indios; esta virtud le debe haber parecido fundamental a Nordenskiöld, quien sabía de la justificada desconfianza de los indios hacia los blancos. Él mismo admite: “¡Es entre los indios donde me he sentido más a gusto!”. Y más adelante añade sobre los indios chorotis y ashluslay del Chaco: “Si se quiere ganar el corazón de estos indios, hay que tratar de vivir su vida, de comer y tomar todo lo que te ofrecen, bailar y cantar con ellos, dejarse escupir en la cara y andar vestido como ellos”.

El sueco observa que en las comunidades que tienen escaso contacto con los blancos los indios son más prósperos y felices y tienen culturas más desarrolladas; la vida de los niños indígenas “transcurre en jovial libertad, sin palizas y sin palabras duras”. Habla con cariño de los chorotis, “siempre alegres y vagos”,  y escribe sobre las mujeres chanés, grandes tejedoras, hilanderas y alfareras: “He admirado su atención amorosa a los niños, su laboriosidad, su cuidado del hogar, su destreza y su buen gusto”. Se deja hacer tatuajes con una anciana choroti, participa en las célebres borracheras de los ashluslay con la cara pintada de negro con hollín y saliva, escucha a un anciano chiriguano (guaraní) relatar las aventuras del dios zorro y del dios armadillo ante el fogón de la cabaña (“relataba con la boca, con los ojos, con manos y pies”), anota con curiosidad cómo los elegantes hombres chácobos son quienes cosen los vestidos de sus mujeres.

Y en cada momento es dolorosamente consciente de que está presenciando el ocaso de la cultura indígena, asediada desde todos los frentes por el avance del capital: con la proximidad del blanco llegan el aguardiente, la esclavitud, la prostitución, la enseñanza a punta de látigo, la degradación de los indios. “De las regiones gomeras nadie regresa”, escribe. “¿Es cierto, preguntan, que allí un gigante se come a los humanos? ¿Es cierto que se muele gente para hacer goma? ¿Es cierto que la carne que llega en latas es de gente? Estas son algunas de las preguntas que los indios me hacían”. En el curso superior de los ríos Manuripi y Tahuamanu conoce blancos que se dedican a la trata de niños indígenas, cuyos padres son asesinados si se niegan a entregarlos; el tratante “justificaba su comportamiento en que esos indios de la selva no eran cristianos como él”. También habla del Gran Exterminador, un hacendado que fue asesinado por sus propios sirvientes debido a su extraordinaria crueldad: “Una vez sentenció a un indio a ser azotado tanto tiempo como él mantuviese su cigarro encendido. Mientras el verdugo daba latigazos, él fumaba lo más despacio posible. (…) Este hombre envió infinidad de indios a los bosques de caucho. (…) Fue uno de los que más ha contribuido a la exterminación de los indios de Mojos…” Los cruceños no se libran de su mirada crítica: “Para el cruceño, la vida es vino, mujeres y chistes. Pero para eso se necesita oro, y lo han sacado de los indios”.

Es duro con las misiones religiosas, a las que considera el “mal menor”: si bien protegen a los indios de los terratenientes abusivos, allí también los castigan con azotes y les hacen olvidar su cultura; Nordenskiöld señala que en las misiones cristianas “todo lo hermoso ha desaparecido” puesto que los guarayos han dejado de fabricar sus objetos artísticos y de adornarse. “Si yo fuera un niño indígena, no iría a misa a aprender padrenuestros y avemarías y mucho menos permitiría que me eduquen como sirviente de los blancos”, afirma. “Me escondería, como muchos yuracarés, en la profundidad del gran bosque para vivir y morir libre, para ser un hombre y no una rueda en una máquina”.

Nordenskiöld sabe, sin embargo, que la suerte de los indios está echada y que no es sino cuestión de tiempo hasta que su cultura se extinga. Sus libros quedan como el testimonio fascinante y melancólico de que un siglo atrás el mundo indígena en las selvas y bosques del Oriente boliviano era más complejo y diverso del que hay ahora, y del enorme costo humano que el progreso ha tenido en estas tierras

(*)La autora es escritora y periodista cruceña. Doctora en Literatura Comparada en la Universidad de Cornell  (Estados Unidos) y ganadora  del Premio  Internacional de Literatura Aura Estrada.