comenzaron las especulaciones de gente que quiere ganar dinero con todo lo relacionado a la vida de la Casa Real de Suecia, como el libro que se anuncia con bombos y platillos sobre Victoria
Un tiempo de constantes lágrimas, gritos, discusiones y puñetazos sobre la mesa que comenzaron el día en el que un diario sueco publicó una fotografía en la que se veía a un desconocido, con gorra y aspecto poco cuidado, besando a la Heredera.
Tal fue el enfado de Carlos Gustavo que durante mucho tiempo no permitió que se pronunciara en su presencia el nombre del osado a quien no consideró de forma alguna un potencial consorte de su hija. Los amigos más íntimos de Victoria, tampoco fueron una gran ayuda durante esos seis años ya que, aunque soportaron de mala gana al recién llegado, se burlaban de él y le criticaban por su falta de soltura y saber hacer.
Hoy sabemos que Victoria tiene el arte de convencer y que consiguió la luz verde de su real padre, del Parlamento y del Gobierno para casarse con ese plebeyo sin el que según sus propias palabras «nunca seré feliz».
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