Suecia es un moderno estado. Modelo en sus leyes sobre Justicia Social. Vigencia Democrática. Reparto. Con valores que estudiar, profundizar y quizá imitar
A la hora de hablar de la carretera al TIPNIS se debe mostrar que esa es una cuestión relativa a la coca, a la ampliación de sus cultivos; no hacerlo y sólo reflexionar sobre el medio ambiente borra el elemento central del tema.
¿La hoja de coca es sagrada y se utiliza solamente para el acullico y para fines medicinales y uso tradicional? Hace años nos venimos engañando, diciendo que sólo se la utiliza para el consumo tradicional, hace décadas miramos hacia otro lado para no ver la realidad, para no aceptar que el uso más habitual, más frecuente de la coca, es para fabricar pasta base y clorhidrato de cocaína.
¿Por qué olvidamos con tanta facilidad que en el inicio de los años 80 el Estado fue capturado por los negocios ilícitos? ¿Por qué cerramos los ojos a la historia y no admitimos que la coca penetró en la política en los años 80? ¿Por qué no aceptamos que el Estado casi nunca tuvo vigencia en el Chapare debido a la alta presencia del negocio de la coca que no necesariamente es sinónimo de la santidad? ¿Por qué ocultamos que el Chapare sigue siendo un lugar donde el Estado no tiene presencia? ¿Por qué ocultamos que hay una dictadura cocalera? ¿Podemos seguir negando que los cocaleros son el gran poder actual? ¿Lo son por el acullico o por el poder económico y político que poseen por su cercanía a lo ilícito? ¿Esos poderosos pagan impuestos acordes a su actividad?
¿Acaso alguno o alguna de sus dirigentes no fueron hallados in fraganti en la comercialización de cocaína? ¿Acaso se aclararon los asesinatos de policías de hace una década atrás? Hay un manto de impunidad que los cubre, con un Estado que mira hacia otro lado.
Durante mucho tiempo se había postulado que Bolivia sólo era país productor de hoja de coca y que, de vez en vez, era un país de tránsito para la pasta base o la cocaína proveniente de Perú.
¿Hoy en día podemos seguir insistiendo en esa idea? Lamentablemente no, pues cada vez más Bolivia es un país productor de pasta base y de clorhidrato de cocaína, ya no somos únicamente una nación de tránsito, nos hemos convertido en una nación productora de cocaína.
¿Podemos jurar que no se produce pasta base y clorhidrato en Santa Cruz, Chapare, Yapacaní, Beni, La Paz, cuando en esos lugares la policía encuentra cada vez más factorías dedicadas al negocio ilícito? ¿Podemos decir que no hay producción y negocios ilícitos en los Yungas, cuando también ahí las incautaciones de productos ilícitos aumentan cada vez más, cuando los cítricos han desaparecido de esa geografía?
Y no es que la Policía sea más eficaz, sino simplemente que por el aumento del volumen de la producción de pasta base y de clorhidrato se puede hallar cada vez más productos de esa naturaleza. ¿Y cómo anda El Alto, es que no se halla ahí cada vez más negocios de producción de pasta base y de cocaína? Y no se olvide que en El Alto no hay Estado, por tanto, es un lugar ideal para que los narcotraficantes lo utilicen para la producción ilícita. ¿Hay santidad en muchas comunidades que abiertamente han peleado contra la Policía para proteger a los narcotraficantes?
Hace años en el Chapare murieron policías y nunca el Estado tuvo capacidad de aclarar nada. La falta de Estado y la presencia de una producción tan cercana a lo ilícito lo impide. Hace décadas que eso no ha cambiado, antes bien, el Chapare es más "soberano” que antes, es el lugar privilegiado del poder, ahí la policía no puede actuar, esa es una geografía donde el Estado no tiene presencia o, más grave que eso, es el lugar donde está el núcleo del Estado.
No se produce coca por ideales de cambio social, se la produce porque es un negocio lucrativo, lo es así porque está cerca de lo ilícito. ¿Cuándo vimos en Bolivia ciudades como Cobija o Santa Cruz donde cada semana hay ajustes de cuentas hechos por los narcotraficantes; ciudades donde lo cotidiano comienza a ser la violencia propiciada por el narcotráfico? Los bolivianos no debemos cerrar los ojos a estos problemas, no podemos seguirnos engañando con el cuento de la hoja sagrada. El Estado no debe ser tan permisivo en el tema coca, pues de ese modo, consciente o inconscientemente, está abriendo las puertas para que el narcotráfico domine Bolivia. Y como lo saben por experiencia propia, México y San Pablo, cuando eso sucede, el narcotráfico es difícil de controlar. Es todo esto lo que envuelve a la decisión de quitar la intangibilidad del TIPNIS y abrir las puertas para el aumento de la producción de coca.
ALBUQUERQUE, Nuevo México — Si entras en El Super, un supermercado en expansión en el mismo valle donde buscadores de fortuna a caballo reclamaron las tierras hace casi cuatro siglos de una de las posesiones más remotas de España, verás que el idioma que trajeron con ellos todavía perdura.
El reguetón, el género musical nacido en Puerto Rico, resuena en los altoparlantes. Los compradores, con acentos del norte de México, negocian las ofertas. Hay letreros en español que indican los departamentos de la tienda, como carnicería, panadería, salchichonería y tortillería; así, para quienes hablan el idioma de Miguel de Cervantes, encontrar los artículos es muy sencillo.
“Todo lo que necesito está en español”, dijo Vanessa Quezada, de 23 años, una inmigrante del estado mexicano de Chihuahua, haciendo gestos hacia la sucursal del First Convenience Bank, donde los cajeros saludan a la gente con una sonrisa y la frase “Buenas tardes”.
En efecto, Estados Unidos emerge como un amplio laboratorio que exhibe la extraordinaria resistencia del español, sin importar el clima político.
Con base en una enorme masa de hablantes nativos, Estados Unidos ahora tiene, según algunos cálculos, más de 50 millones de hispanohablantes; es decir, existen más personas que hablan español en Estados Unidos que en España. En una superpotencia donde se habla el inglés, la cadena de televisión en español Univisión pelea con ABC, CBS, FOX y NBC por conseguir los más altos niveles de audiencia. ¿La canción compuesta en Estados Unidos más exitosa del mundo durante el verano? “Despacito“.
Al mismo tiempo, más de 20 estados han promulgado leyes para hacer que el inglés sea el idioma oficial, el presidente Trump ganó la elección con una plataforma que incluía la promesa de construir un muro fronterizo y su propuesta para fijar nuevos límites en la migración legal requeriría que los solicitantes hablen inglés para obtener su residencia legal.
Juan Rodríguez, de 44 años, un inmigrante colombiano que es propietario de La Reina, una estación de radio en español en Des Moines, Iowa, dijo que “son días de muchísima incertidumbre” para algunos hispanohablantes, especialmente inmigrantes que no tienen papeles que tratan de ser vistos y escuchados con menos frecuencia ahora que el presidente ha convertido a la deportación en una prioridad.
“Pero ese miedo no nos impide de vivir nuestras vidas en español”, agregó Rodríguez. “Iowa puede ser estado de English-only, pero es nuestro estado también”.
Alrededor del mundo, la posición del inglés como el idioma universal parece no tener rival por el momento. Estados Unidos proyecta su influencia del inglés en sectores como las finanzas, la cultura, la ciencia y la guerra.
Pero a nivel global, el chino mandarín deja muy atrás al inglés en hablantes nativos, al colocarse en el primer lugar con 898 millones de personas, seguido del español con 437 millones, de acuerdo con Ethnologue —un compendio de los idiomas del mundo—. Después se ubica el inglés con 372 millones, seguido del árabe, el hindú, el bengalí, el portugués y el ruso.
La inmigración desde América Latina ha fortalecido el uso del español en Estados Unidos en las décadas recientes, pero los académicos dicen que otros factores también tienen relación. Por ejemplo, los que involucran historia, el alcance global del idioma y las maneras en que las personas se mueven a través del mundo hispanohablante.
Autoridades en algunas áreas de Estados Unidos han discutido varias veces sobre cómo detener la expansión del español, como el exsuperintendente de Educación Pública de Arizona que afirmó que todos los medios de comunicación en español deberían ser silenciados. Un juez rechazó esta semana otra iniciativa del mismo funcionario para prohibir el programa de Estudios Mexicanos-Estadounidenses de Arizona. El juez determinó que la prohibición estaba “motivada por una animadversión racial”.
Los lingüistas rastrean en decisiones tomadas mucho antes de que España comenzara a colonizar el Nuevo Mundo (en 1492) cómo fue que el español llegó al codiciado momento que disfruta ahora.
Como el escritor mexicano Carlos Fuentes explicó en su libro El espejo enterrado, en el siglo XIII el rey español Alfonso X formó un grupo de expertos cosmopolitas conformado por intelectuales judíos, traductores árabes y trovadores cristianos, quienes promovieron el español como un idioma del conocimiento en un momento en el cual el latín y el árabe todavía tenían prestigio en la península ibérica.
El monarca y sus sabios forjaron el español en un idioma excepcionalmente bien organizado con estándares fonéticos, convirtiéndolo relativamente accesible para algunos aprendices. Se cree que fueron orillados a seguir una política de “castellano drecho” (“drecho” es una forma antigua de escribir “derecho” y se refería al castellano derecho o correcto), dándole al idioma un propósito.
Aún en la actualidad, el español permanece entendible alrededor del mundo en un nivel notable. La prueba es que, por ejemplo, alguien de las pampas en la Patagonia en Argentina puede conversar con un visitante de la Guinea Ecuatorial, uno de los exportadores de petróleo más grandes de África.
Con base en la entropía (un concepto físico para medir el desorden), Jean-Benoît Nadeau y Julie Barlow, los autores canadienses de un libro de 2013 que traza la evolución del español, describen la medida en que el idioma se extendió geográficamente sobre un amplio rango de países.
En comparación, el chino mandarían califica bajo en la escala de entropía porque la mayoría de quienes lo hablan viven en el mismo país. El inglés hace alarde de una mayor entropía, pero el español, el lenguaje predominante en más de 20 países, se ubica en el primer lugar, seguido del árabe.
La competencia de Estados Unidos con España y partes de América Latina ejemplifica cómo el movimiento de las personas a través del mundo de habla hispana lleva al español en nuevas direcciones.
En el área metropolitana de Los Ángeles, en donde viven más de cuatro millones de hispanohablantes —más que la población total de Uruguay—, los lingüistas dicen que un nuevo dialecto se ha creado conforme diferentes tipos de español entran en contacto. Aquí, en Nuevo México, una afluencia de inmigrantes mexicanos y centroamericanos está nutriendo y modificando una variación del español que ha persistido desde el siglo XVI.
El bar Ojos Locos en Albuquerque ofrece una prueba de cómo está cambiando el español; al igual que El Super, es parte de una cadena fundada en Estados Unidos dirigida al mercado latino. “Una ‘cantina’ de deportes no es nada sin auténtica y deliciosa ‘comida’ mexicana —más tacos, más alitas y más cerveza—”, se puede leer en el sitio web de Ojos Locos. Había todos esos ingredientes en abundancia un domingo reciente cuando la Selección Mexicana jugó contra Jamaica y el español de México parecía ser el idioma dominante en el lugar.
Sin embargo, algunas mesas mezclaban sin esfuerzo el inglés y el español, especialmente aquellas en las que niños acompañaban a sus padres, mientras otros (incluidas mesas en las que había parejas de diferentes orígenes étnicos) lanzaban gritos de apoyo, conversaban y hasta decían insultos (México perdió el partido 1 a 0) casi por completo en inglés mientras bebían sus margaritas.
Las maneras en que las familias usan los idiomas en la mesa de sus hogares también demuestra comó el español está cambiando. En la familia Nava, que se mudó a Nuevo México desde el norte de México hace más de 20 años, los abuelos discuten apasionadamente en español el desempeño de su equipo de fútbol americano, los Vaqueros de Dallas. Pero cuando sus hijos, quienes ya son adultos, hablan entre ellos, lo hacen en spanglish. ¿Y el idioma de sus nietos? Principalmente, el inglés, con palabras en español salpicadas en ciertos momentos.
“Nuestra verdadera comunicación es en spanglish”, dijo Cindy Nava, de 29 años, una analista de políticas en el Congreso de Nuevo México, quien llegó a Estados Unidos a la edad de 7 años. “Pero todavía reconocemos la importancia de hablar español correctamente”.
Aunque irrita a algunos amantes de la gramática, el spanglish efectivamente está ganando terreno. Es evidente en la manera en la que hablan los personajes en las telenovelas, las letras de las canciones de reguetón de Daddy Yankee o comerciales como el de Wendy’s donde una pareja se conecta a través de hamburguesas con queso y tocino servidas en “pan de pretzel”.
Ilan Stavans, un profesor de Cultura Latina en Amherst College que ha traducido clásicos como “Don Quijote” de Cervantes y “El principito” de Saint-Exupéry al spanglish, argumenta que estamos presenciando “el surgimiento de algo totalmente nuevo, de ninguna manera puro, un idioma mestizo”.
Mucho antes de que el presidente Trump fuera elegido, el crecimiento y la perdurabilidad del español habían causado preocupación y llevó a las leyes de idioma oficial que en algunos casos limitan el uso de cualquier otro idioma que no sea inglés en oficinas gubernamentales y en documentos; en otros casos son prácticamente simbólicas.
Rosalie Porter, quien llegó a Estados Unidos cuando era una niña desde Italia y ahora es la presidenta de una organización que busca terminar con la educación bilingüe y declarar al inglés como el idioma oficial de Estados Unidos, dijo: “Cuando yo era una niña inmigrante, mi lengua no era políticamente correcta”.
“Ahora es diferente”, dijo Porter, cuyo grupo, ProEnglish, fue fundado por John Tanton, un médico de Michigan que inició varias organizaciones que buscan restringir la inmigración. “Los inmigrantes disfrutan mucha mayor visibilidad”, agregó ella, haciendo énfasis que en que entiende las razones económicas detrás del crecimiento de los medios de comunicación en español.
Aun sin contar los esfuerzos políticos, el crecimiento continuo del español en Estados Unidos no está asegurado. Los lingüistas han documentado cómo las nuevas generaciones de latinos en el país están cambiando de manera sostenida hacia el inglés, del mismo modo que otros inmigrantes lo han hecho.
Pero si el pasado sirve de guía, el español continuará evolucionando y perdurando.
“En muchos lugares de Estados Unidos, el inglés y el español están en la cama juntos, un contacto que es al mismo tiempo reproductivo y excitante”, dijo Junot Díaz, el escritor que de forma maestra explora la experiencia inmigrante en Estados Unidos, principalmente a través de los esfuerzos de su protagonista dominicano que habla spanglish: Yunior.
“Para muchos de nosotros el español es el camino hacia el amor y, cómo ha probado la historia, nadie puede legislar para quitarnos el amor”.
Giant mapajo trees rise imposingly above the canopy, the howls of monkeys reverberate in the distance, and rare jaguars roam unconcealed in the undergrowth: the Bolivian jungle is a place of unspoilt natural beauty. Rated eighth in the world for its biodiversity, more than half of Bolivia is still covered by pristine forests. But what for some is picturesque remoteness, is for others the curse of underdevelopment.
The Isiboro Sécure Indigenous Territory and National Park (TIPNIS) is no exception. It's home to thousands of species of birds, mammals and plants. But it's also one of the poorest areas in Latin America.
With its 2.5m acres, the TIPNIS (from its initials in Spanish) is doubly protected, as a park and as the territory of the Moxeños, Yurakarés and Chimanes indigenous people, to whom the government seems in a rush to want to bring its controversial version of progress and prosperity.
"Whether they like it or not, we will build that road," President Evo Morales insisted last week during a speech in Sacaba, near Cochabamba. He wants to construct a highway that cuts right across the park, arguing that connecting isolated towns and communities is in the strategic interest of all Bolivians, including the TIPNIS indigenous people. But the inhabitants of the ancestral park strongly oppose the construction, and they are ready to fight against it.
"If the government wants to bring in heavy machinery to trample on our rights, they will surely start a conflict with us," says Mauricio Cuellar, one of their leaders. He regrets that, despite Morales' self-depiction as a protector of "Mother Earth" and the rights of indigenous people, the president wants to go ahead with a project which the TIPNIS residents say will lead to environmental degradation.
On the international stage, Morales is seen as a champion and one of the most vocal supporters of the environment. Last year, he hosted a climate change conference in the Bolivian city of Cochabamba, and Bolivia was the only dissenting country against the deal reached at international climate change talks in Cancún, whose terms it said were equivalent to "ecocide and genocide".
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At the United Nations, it has also pushed for the recognition of access to clean water as a human right and, as a result of a Bolivian initiative, each 22 April is now marked as International Mother Earth Day.
Look closer to home, however, and a different picture emerges. "We're seeing an enormous contradiction between what he says and what the reality is," says Maria Lohman of Somos Sur [We Are the South], a Bolivian group that seeks to offer an alternative to a "dehumanising and predator model".
"What we see here is the plundering [of our resources]," says Lohman. "Each year, 740,000 acres go up in flames [to clear land for agriculture]." And the same plundering goes on unpunished in the mining sector, she argues. "The biggest mines are in the hands of transnational corporations which are looting minerals with the most anti-environmental methods."
Despite its finger-pointing at the west for causing climate change through the irrational use of raw materials, Bolivia's economy thrives on the sale of natural gas. "Domestically, the Morales administration has used the nationalisation of gas as one of its banner programmes," says Kathryn Ledebur of the Andean Information Network, a thinktank that promotes human rights and socioeconomic justice in Bolivia.
"Morales has emphasised that income from these industries has helped to fuel key initiatives, such as bonuses for schoolchildren and young mothers," says Ledebur. "Yet, this focus at times comes into conflict with the administration's international priorities: climate change and respect for the environment."
So, on one hand, Morales is Bolivia's first indigenous president and an environmental champion; on the other, he's a tacit supporter of the industrialised model. Daniela Leyton, a political psychologist for Kandire, an organisation that seeks the achievement of peace through the protection of human and environmental rights, believes that the president promotes these two conflicting sides interchangeably in his international image, to attract investment from abroad and ensure his political survival at home.
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"If he needs to be accountable to international donors, we have an indigenous president," she says, referring to the huge foreign funds that aid programmes for Bolivia's indigenous people bring into the country. "But if he needs to be accountable to the people so that he can pay for social programmes and maintain a stable economy, we need large projects, and we're talking about hydrocarbon exploration above all."
For Leyton, the TIPNIS highway is a clear example of the president's double standards on the environment. Natural gas deposits have been found within the boundary of the park, and oil companies would need a road to exploit them. But stubbornly going ahead with its construction would alienate the president's indigenous support base, which would also be unpopular among Bolivia's international donors.
That is why Leyton believes that Morales can prevail only through honest and transparent consultation with all the indigenous communities in the TIPNIS – striking a balance between the two conflicting sides which is acceptable to all parties.
De peladito, yo solía jugar a la consonancia y rimaba Malta con Yalta, Salta y Riberalta. Aquel archipiélago de apenas 316 km2, constituido por tres islas – Malta, Gozzo y Comino – fue determinante en la lucha de la cristiandad contra el imperio otomano (siglos IX y X); de Inglaterra contra el Imperio napoleónico (siglo XIX) y de los Aliados contra la Alemania nazi (1940-1943). Después de haber sido islamizada por los otomanos (870-1090), fue conquistada por Roger I, hace 927 años, y anexionada al reino católico de Sicilia hasta que el emperador Carlos V, en 1530, cedió la isla de Malta a los caballeros de San Juan de Jerusalén. Ocupada sucesivamente por Napoleón (1798) y el imperio británico (1800-1964), Malta se convirtió en República independiente en 1964. Toda esta retahíla de datos tiene que ver con el hecho de que la Soberana Orden de Malta tiene su sede en Roma y no en La Valletta, capital de Malta.
Como mis cultos lectores saben, la Soberana Orden de Malta es la institución civil más antigua de la civilización occidental y, desde 1994, forma parte de la ONU, en calidad de miembro observador. Su importancia es decisiva, a escala mundial, en lo que se refiere a su obra benefactora al servicio de los pobres, enfermos, ancianos, inmigrantes y refugiados. En 1961 tenía 3.000 miembros; hoy tiene 12.000. Su labor silenciosa es casi desconocida. Pocos saben que coopera en la construcción de hospitales, orfanatos y residencias de ancianos. Al ser elegido papa, Francisco elogió el apoyo de la Orden a la obra de la Iglesia católica, pero, como es de conocimiento público, esta relación institucional entró en crisis que, según sus portavoces, tiende a ser superada. En este empeño, el Consejo Soberano del pasado 3 de mayo nombró un Comité Directivo. A él pertenece el embajador de la Orden, don Mauro Bertero Gutiérrez (Santa Cruz de la Sierra, 26.11.1958), uno de los dos miembros del Consejo de Gobierno de la Orden que deberá renovar las relaciones con el Vaticano. En este contexto, la Orden se propone actualizar su Carta Constitucional promulgada en 1961 y revisada parcialmente en 1997. Y aquí es donde adquiere importancia la participación del embajador Bertero, empresario exitoso, economista felizmente retirado de la actividad política nacional, excelente artista (poeta y pintor) y valioso diplomático al servicio de los pobres y necesitados. Él es uno de los encargados de coordinar los trabajos de cerca de 200 personas directamente vinculadas a este proceso de renovación de la Soberana Orden de Malta. Por este motivo, el embajador Bertero abandonará su domicilio en Bolivia para residir en Roma hasta la celebración del seminario internacional que la Orden realizará en la capital italiana dentro de unos meses. Que Dios lo ilumine. Madrid, 04.07.2017.