En medio de una evidente división en el sector cocalero de Bolivia, el Gobierno promulgó la semana pasada la Ley General de la Coca, una normativa que prácticamente duplica las hectáreas legales que pueden ser cultivadas en el país.
Esta nueva regla establece 22 mil hectáreas de coca, de las cuales 14.300 están destinadas a Los Yungas de La Paz y 7.700 al trópico de Cochabamba. La Ley 1008 del Régimen de la Coca y Sustancias Controladas, solo permitía 12.000 hectáreas en territorio paceño y consideraba ilegal la producción en Chapare.
Según dos especialistas consultados por LOS TIEMPOS, la nueva normativa va a aportar, de manera significativa, a una “élite” que se dedica exclusivamente a la producción de coca.
Los expertos coincidieron en que la nueva ley no va a promover más plantaciones de coca, debido a que las más de 20 mil hectáreas permitidas ya estaban en el Chapare y Los Yungas desde hace muchos años y que lo único que se está haciendo es legalizar la producción existente en Bolivia.
También mostraron su preocupación por la inexistencia del documento promulgado, el cual no fue publicado hasta la fecha y sería susceptible a alteraciones, pese a haber sido modificado ya en la Cámara de Diputados y Senadores.
De esta manera, tras la promulgación, se aguarda la reglamentación, en la que el Gobierno espera trabajar de forma consensuada con los productores de La Paz y Cochabamba. Sin embargo, aún surgen muchas voces que anuncian un incremento en el narcotráfico, descontrol en la producción y otros problemas que afectarían la imagen de la sociedad boliviana.
¿CUÁNTA COCA ES NECESARIA PARA EL CONSUMO LEGAL?
Hablar de cifras con relación a la producción y comercialización de coca en Bolivia es una tarea difícil; sin embargo, el docente e investigador del Instituto de Estudios Sociales y Económicos (IESE), de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), Karl Hoffmann, cree que el consumo tradicional en el país requiere de aproximadamente 14 mil hectáreas.
“A alguien se le ocurrió hablar de hectáreas, pero el consumo no se lo calcula en superficie se lo hace en gramos o en kilos y ese el primer error de aquellos que buscan medir el consumo a través de hectáreas. Podríamos hablar de unas 20 mil toneladas métricas al año para el consumo tradicional, lo que se traduce en unas 14 mil hectáreas aproximadamente, pero el cálculo está mal ya que debe ser en toneladas”, señaló Hoffmann.
En este contexto, el experto informó que el año pasado ingresó a los mercados legales unas 19 mil toneladas métricas de coca que “supuestamente” son consumidas, en su totalidad, dentro del uso tradicional.
“No toda la coca de los Yungas que va al mercado legal se va al consumo tradicional y no toda la coca del Chapare se va al narcotráfico, hay que ser claros y explicar también que gran parte de la hoja del trópico ni pasa por el mercado legal ya que se va a Santa Cruz y en esa ciudad no hay pues un mercado legal, pero igual se vende para el acullico”, explicó.
Por su parte, Fernando Salazar, doctor en Sociología, catedrático de la Universidad San Simón y autor de cuatro libros del movimiento cocalero, aseguró que en Bolivia “siempre existió” más de 25 mil hectáreas de plantaciones de coca y que es complicado determinar la cantidad que va al uso tradicional.
“El informe de EEUU habla de más de 35 mil hectáreas, desde el Gobierno se anuncian unas 19 a 20 mil pero lo cierto es que en Bolivia siempre ha habido, en promedio, unas 25 mil hectáreas en total”, indicó.
De esta manera, Salazar aseguró que el resultado de las 22.000 hectáreas legales contempladas en la nueva ley se traducirán en coca excedentaria destinada al narcotráfico, mercados legales desconocidos y un incremento en el consumo de cocaína al interior del país.
LA COCA Y SU PODER ECONÓMICO
Hoffmann aseguró que los cocaleros de Bolivia lograron generar, entre el 2006 y 2015, aproximadamente unos 320 millones de dólares anuales, lo que significa que durante todo el Gobierno de Evo Morales, este sector recaudó más de 3.200 millones de dólares. Esta cifra es muy similar a la que se maneja en la agroindustria cruceña, uno de las fracciones mejor posicionadas económicamente en el país.
El especialista dijo que este millonario monto se debe, irónicamente, a la creación de la Ley 1008. Informó que en Bolivia existen unos 70 mil productores de coca registrados, de los cuales 40.000 corresponden al trópico de Cochabamba y 30.000 a los Yungas paceños.
“La ley 1008 impuesta por los gringos, que buscaba exterminar todos los cultivos excedentarios de coca en Bolivia, impulsó desmesuradamente el crecimiento económico del sector, un fenómeno que se debe a la exclusividad que tienen los productores de coca para la producción y a la oferta y demanda”, aseguró Hoffmann.
“Se les ha dado carta blanca a los cocaleros para que ellos produzcan exclusivamente la coca, se les ha otorgado un círculo monopólico de control de precios (…). Los precios de esta hoja se definen por los vaivenes del mercado, cuando hay menor cantidad de coca la oferta es menor pero la demanda se mantiene constante”, agregó.
En este contexto, indicó que con la subida de los precios es probable que muchas personas que consumen tradicionalmente la hoja no puedan acceder a ella y solo lo hagan aquellos que tienen la capacidad económica. “Los que tienen posibilidad de compra obviamente son los del mercado ilegal”, enfatizó.
“No necesariamente fueron superiores las ganancias cuando las superficies fueron mayores, ni cuando las hojas de coca inundaron masivamente el mercado (…). Hoy en día la fracción cocalera de los Yungas y del Chapare tiene la evidente capacidad de generar ingresos mayores a 350 millones de dólares anuales”, explicó el docente investigador.
CIFRAS HISTÓRICAS SEGÚN LA UNODC
Según los datos de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (Unodc), la etapa en que se manifiesta un incremento acelerado de producción de coca fue en el gobierno de Luis García Meza, cuando la superficie creció de 10.806 hectáreas a 29.582.
En el gobierno de Hernán Siles Suazo en 1982, los cultivos alcanzaron a 39.834 hectáreas. Durante el mandato de Paz Estensoro, se superaron las 65.000 hectáreas.
A partir de la promulgación de la Ley 1008, en 1988 se comenzó a reducir significativamente los cultivos de coca.
Durante el segundo gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, se registraron 22 mil hectáreas y finalmente, durante el periodo del MAS, a la cabeza de Evo Morales, se cuenta con un promedio de 26 mil hectáreas.
PLANTEAN CREAR UNA UNIDAD DE MONITORIO A LA PRODUCCIÓN DE COCA
El catedrático e investigador, Fernando Salazar, cuestionó los resultados que constantemente presenta la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) asegurando que los mismos no cuentan con bases sólidas y que sus monitores son irresponsables.
Ante esta crítica, Salazar propone crear una unidad de monitoreo a las actividades relacionadas a la coca, que esté conformada por la Unodc, la Comisión Europea, comisiones de los vecinos países, EEUU e investigadores de las principales universidades del país e incluso extranjeras.
“Los datos de la Unodc son incompletos, ellos no monitorean las zonas ilegales, que tampoco son contempladas como zonas de erradicación. Solo monitorean cuando son 100 hectáreas continuas y esa es su gran falencia”.
En este contexto, el catedrático señaló que con la cantidad de coca que se produce en el país, considerando el destino ilegal, potencialmente se producen unas 22 a 25 toneladas métricas de cocaína anuales.
“Este dato que doy puede que no tenga un estudio pero esa es la realidad y todos los expertos la conocen. El Gobierno tampoco hace estudios sobre este tema y es su obligación mostrar datos de la cocaína que se fabrica en Bolivia, nos catalogan como país exportador de esta droga y eso es verdad, es evidente que somos el tercer país mundial productor de cocaína”, explicó Salazar.
Finalmente dijo que con la creación de esta unidad de monitoreo se va a dar credibilidad a la Ley General de la Coca y a los resultados que se vayan emitiendo sobre producción excedente, comercialización y narcotráfico en Bolivia.
ADEPCOCA DICE QUE COCA DEL TRÓPICO VA AL NARCOTRÁFICO Y CHAPARE DEFIENDE PRODUCCIÓN
Diferentes dirigentes de la Asociación de Productores de Coca de los Yungas (Adepcoca), señalaron en reiteradas oportunidades que la coca del Chapare “no se destina al mercado tradicional” y que su uso es para la producción de cocaína.
El presidente de Adepcoca, Franklin Gutiérrez, sostuvo que los Yungas no necesitaban la ampliación de sembradíos, como señala la nueva Ley que sustituirá parte de la 1008, ya que “el consumo no demanda más espacio para nuevas plantaciones”.
“Del Chapare todos saben que la producción de coca no va al consumo tradicional, no va al masticado. Esa coca es más larga y gruesa y lastima a la lengua”, señaló.
El representante defendió la producción yungueña; sin embargo, manifestó la necesidad de evitar hectáreas en zonas no tradicionales como Caranavi y Apolo, en el departamento de La Paz.
“Nuestra hoja va al pijcheo, a choferes, albañiles, mineros y otros que consumen nuestra hoja. La hoja de los Yungas es dulce y más pura, se puede masticar. Ese es sido nuestro reclamo a nivel de los Yungas y tres provincias”, dijo.
En respuesta a estas declaraciones, el exdirigente de las Coordinadora de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba, Leonardo Loza, aseguró que la coca chapareña es consumida, sobre todo en Santa Cruz, y que actualmente se elaboran “un sinfín” de productos en base a esta hoja.
Con respecto al tema de impuestos al sector cocalero, Loza manifestó que los productores de la región del trópico de Cochabamba están dispuestos a pagar un impuesto al Estado, en contraposición a los cocaleros de Yungas que rechazaron la posibilidad.
Proponen pagar un impuesto de 50 bolivianos al año por productor, asegurando que con este tributo fortalecerán el Tesoro General de la Nación (TGN)
“Queremos aclarar para el entendimiento del pueblo boliviano, las seis federaciones de Cochabamba en su integridad, estamos dispuestos a pagar nuestros impuestos sobre la hoja de coca. Lamentablemente Yungas de La Paz no quiere aportar al pueblo boliviano pero sí, las seis federaciones del trópico, aunque se opongan los hermanos de La Paz estamos dispuestos a contribuir con nuestros impuestos”, aseguró.
Expresó que el trópico de Cochabamba esta de acuerdo con las 22.000 hectáreas de coca y estima que incluso “en el futuro se necesitarán más” para exportar e industrializar la hoja. Calificó de “derechista” la actitud asumida por Adepcoca.
DECOMISAN 2,3 TONELADAS DE COCAÍNA EN LOS DOS PRIMEROS MESES DEL 2017
La Fuerza Especial de Lucha Contra el narcotráfico (Felcn) decomisó 2,3 toneladas de cocaína y 105,8 de marihuana en operativos efectuadas en los dos primeros meses del año, informó el Viceministerio de Defensa Social y Sustancias Controladas.
Los agentes destruyeron nueve laboratorios modernos de cocaína, ocho de reciclaje de droga y 629 de fabricación de estupefacientes, en 1.798 operaciones realizadas.
En las intervenciones fueron detenidas 466 personas por delitos de narcotráfico y se confiscaron dos avionetas.
Entretanto, en medio de este escenario de disputas, críticas y aceptaciones, la Ley General de Coca fue promulgada en el país sin contemplar los impuestos al sector ni la regulación al tema de sustancias controladas, una norma que aún debe ser tratada en la Cámara de Senadores.
Se trata de una ley complementaria a de la coca que permitirá enterrar definitivamente la Ley 1008, que actualmente sigue vigente, según reconocieron legisladores oficialistas.