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martes, febrero 7

Hacia un Estado Fallido se encamina Bolivia a grandes pasos. hace pocas horas cocaleros ordenaron el cierre de un cuartel en La Asunta, sede de militares destnados a la erradicación. "a bala y sangre" dicen.
Texto y foto de www.eju.tv 


Donde manda cocalero...No manda erradicador. Ese podría ser el nuevo refrán que define el invertido estado de cosas en el régimen evista.
La mejor muestra de esto es lo sucedido el día de ayer en La Asunta, donde varios efectivos de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), que realizaban labores de erradicación de cultivos ilegales, fueron azotados por cocaleros de la zona.
“Esta mañana (lunes) los efectivos militares se han distribuido a las comunidades y hemos ido en caravana y los hemos pillado en cuatro camionetas. Les hemos hecho la justicia comunitaria que acostumbramos hacer, los hemos wasqueado”, afirmó un dirigente a la Red PAT.
Los comunarios del municipio paceño de La Asunta ya habían expulsado en enero a los uniformados de la FTC y ahora dan un plazo de 48 horas para que esta fuerza retire su cuartel, amenazando con “defender a sangre y bala” sus cultivos de coca-para-cocaína.
El fenómeno no es aislado, sino parte de un proceso geopolítico en curso desde hace varios años, con la formación de verdaderos “señoríos territoriales”, sobre todo por parte de sindicatos cocaleros que se apropian violentamente de diversas zonas del país.
Esto, con la tolerancia y aún el concurso del gobierno de Evo Morales, él mismo surgido del principal de estos “señoríos”, el bastión de producción de materia prima para la fabricación de droga del Chapare.
La lógica de desvertebración territorial sigue siendo impulsada desde el poder, mediante la promoción de estas “zonas de exclusión” en las que está prácticamente vedada la presencia de la fuerza pública.
La intención de definir la suerte del TIPNIS sólo por los “pobladores” del lugar (entre los que se incluirá arteramente a los avasalladores cocaleros) forma parte de lo mismo.
De igual manera, la exhortación dada hoy por el presidente Morales a los ayllus, en el sentido de que deben “deshacerse de gobernadores y cívicos para solucionar los problemas limítrofes”, nos habla de un gobierno que antepone los “señoríos territoriales” a la presencia efectiva y ordenadora del Estado en materia geopolítica.
¿Vamos hacia un Estado fallido?

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