Tan solo 10 minutos para votar
Mauricio Aira
Sin estridencias. En perfecto orden de llegada, están
ahí hombres, mujeres, jóvenes de ambos sexos, haciendo reducida
cola y aunque la fecha para la votación oficial está distante algunos días en
el calendario, la Ley Electoral permite que se vote por adelantado. Pueden
votar todos sin excepción, con preferencia los mayores que desean cumplir su
obligación en absoluta tranquilidad, los enfermos impedidos de hacerlo
directamente, en sus sillas de rueda o “los burritos” como le llamamos en
Bolivia a los “andadores”, las familias con niños muy pequeños, en fin
todo el que considera más cómodo o más conveniente votar antes del día oficial.
Cuando faltan 4 días ya votó por este método un 35% de la población. El
restante 65 lo hará el domingo en el recinto electoral, generalmente escuelas,
colegios, centros de estudio habilitados con mesas de 5 jurados, algunos
funcionarios de apoyo y un recinto donde están instalados cinco, ocho, espacios
a cubierto de miradas indiscretas donde el ciudadano está a “solas con su
conciencia” para emitir el voto de su preferencia.
Se acerca la hora de modernizar todo el sistema en
Bolivia, lo primero será “el voto anticipado” que se facilita tanto con el uso
de la computación. Uno puede votar donde le resulte más conveniente, no
precisamente en el recinto donde está inscrito. De alguna manera la inscripción
es universal, inclusive se dan casos de no contar el ciudadano con su “tarjeta
de votación” que previamente le fue enviada por correo. Bastará que llegue a la
mesa y explique no poseer el documento, un funcionario de mesa le ayudará
hasta ubicarlo en el sistema computarizado y extenderle un duplicado de su
tarjeta.
En la presente votación se vota en 4 sobres
diferentes: 1) para el parlamento, 2) para la gobernación, 3) para el municipio
y 4) excepcionalmente el ciudadano podrá decir “sí o no” al experimento del
impuesto a la locomoción que en Gotemburgo y otros sitios de Suecia está ya en
funcionamiento. Significa que al pasar por un control dado, invisible para el
conductor, hay un registro computarizado que “anota el paso del vehículo” y
carga en su cuenta, el costo del impuesto. Su modalidad la explicaremos en otra
nota. Hay dos formas de llenar los sobres. I) con la paleta de color del
partido político de su preferencia. O sea está votando por toda la lista. Y,
II) marca el nombre del candidato preferido con una crucecita, un nombre
o dos, para cada elección o sea parlamento, gobernación, alcaldía. En este
caso, la papeleta con el color del partido, incluye la lista completa de
candidatos.
Los 4 sobres pequeños se introducen por el funcionario
de la Mesa en un sobre mayor. Se cierra el mismo sobre grande y ambas manos, la
del elector y del jurado, introducen en el ánfora que va recogiendo los votos.
El escrutinio se hará a las 18.00 y sus resultados enviados a la Corte más
próxima que lleva celoso control hasta el domingo por la tarde, cuando se
procederá a un recuento y al anuncio de los resultados. Todo perfecto, ninguna
discusión, ningún fraude o incorrección que no se hubiese subsanado de
inmediato. Eso sí, al tratarse de una votación anticipada, los resultados son reservados
hasta el día del voto.
Dos grandes bloques concurren a las urnas. El de la
Derecha formada por conservadores, liberales, demócrata cristianos y del Centro
que están en el Gobierno durante los últimos tres mandatos y el otro bloque, de
socialdemócratas, ambientalistas y de izquierda, ahora mismo en la oposición.
Al margen, sin formar bloque están los de Suecia Democrática, que van
solos, cobrando mayor actualidad y con su programa de exclusión de los
inmigrantes. Una línea similar a la existente en Francia, en Inglaterra
calificada de racista, discriminatoria y velada, de oposición a los
extranjeros.
Una frase que dibuja la política del grupo socialista,
al parecer, el favorito en estas elecciones “Una Suecia Mejor para todos”
con la consigna de conseguir trabajo para todos, justicia social y
oportunidades y bienestar estable, da una idea de sus programas y proclamas.
Los burgueses, desean continuar con su política de privatizaciones frente a la
inoperancia de una burocracia satisfecha, inciden en profundizar la formación
humana, como la mejor manera de competir con la profesionalización masiva de
Europa en general, con el fortalecimiento de la industria, de la exportación y
una disminución de los impuestos que agobia al sector empresarial.
Antes que subsidios, preferimos el trabajo estable
dicen los de Suecia Democrática. Ayudar a los países pobres dentro de su
territorio. No traerlos a Suecia necesariamente. El sistema de pensiones tiene
que mejorar liberándolos de impuestos como sucede hoy día. El servicio público
tiene que mejorar creando puestos de trabajo permanentes, en suma “Nosotros
somos el Partido de Suecia”. Lo que llama la atención es que esta agrupación
está ganando terreno en las encuestas y aunque en ambos bloques políticos tienen
grandes opositores, hay ciertos colectivos que los apoyan sin escrúpulos. Para
citar algo sobre la política de Defensa, proclaman la necesidad de fortalecer
la defensa en todos los órdenes, empezando por la economía, en materia de
combatir la criminalidad, darle mayor apoyo a la salud pública, y ofrecer
puestos de trabajo fijos que cuenten con respaldo y seguridad social más
amplia.
Ha pasado el tiempo de la reflexión para elegir en
forma eficaz primero los mejores programas de Gobierno, luego a los ciudadanos
más aptos para la responsabilidad de gobernar y finalmente para replantearse
los grandes principios humanistas y sociales que se puede decir son comunes a
los partidos políticos que han logrado “enamorar ”a los electores. El domingo
14 de septiembre a las 20 hs., se tendrán los primeros resultados en los medios
suecos.
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