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jueves, septiembre 11

comparar Bolivia con Suecia suele ser grotezco a veces, otras provechoso, como "el voto anticipado", el voto por correo, por toda la plancha, por cada candidato...y aprovechar las elecciones para consultar asuntos importantes. vale la pena conocer ambas realidades.



Tan solo 10 minutos para votar
Mauricio Aira

Sin estridencias. En perfecto orden de llegada, están ahí hombres, mujeres,  jóvenes de ambos sexos,  haciendo reducida cola y aunque la fecha para la votación oficial está distante algunos días en el calendario, la Ley Electoral permite que se vote por adelantado. Pueden votar todos sin excepción, con preferencia los mayores que desean cumplir su obligación en absoluta tranquilidad, los enfermos impedidos de hacerlo directamente, en sus sillas de rueda o “los burritos” como le llamamos en Bolivia a  los “andadores”, las familias con niños muy pequeños, en fin todo el que considera más cómodo o más conveniente votar antes del día oficial. Cuando faltan 4 días ya votó por este método un 35% de la población. El restante 65 lo hará el domingo en el recinto electoral, generalmente escuelas, colegios, centros de estudio habilitados con mesas  de 5 jurados, algunos funcionarios de apoyo y un recinto donde están instalados cinco, ocho, espacios a cubierto de miradas indiscretas donde el ciudadano está a “solas con su conciencia” para emitir el voto de su preferencia.

Se acerca la hora de modernizar todo el sistema en Bolivia, lo primero será “el voto anticipado” que se facilita tanto con el uso de la computación. Uno puede votar donde le resulte más conveniente, no precisamente en el recinto donde está inscrito. De alguna manera la inscripción es universal, inclusive se dan casos de no contar el ciudadano con su “tarjeta de votación” que previamente le fue enviada por correo. Bastará que llegue a la mesa y explique no poseer  el documento, un funcionario de mesa le ayudará hasta ubicarlo en el sistema computarizado y extenderle un duplicado de su tarjeta.

En la presente votación se vota en 4 sobres diferentes: 1) para el parlamento, 2) para la gobernación, 3) para el municipio y 4) excepcionalmente el ciudadano podrá decir “sí o no” al experimento del impuesto a la locomoción que en Gotemburgo y otros sitios de Suecia está ya en funcionamiento. Significa que al pasar por un control dado, invisible para el conductor, hay un registro computarizado que “anota el paso del vehículo” y carga en su cuenta, el costo del impuesto. Su modalidad la explicaremos en otra nota. Hay dos formas de llenar los sobres. I) con la paleta de color del partido político de su preferencia. O sea está votando por toda la lista. Y,  II) marca el nombre del candidato preferido con una crucecita, un nombre o dos, para cada elección o sea parlamento, gobernación, alcaldía. En este caso, la papeleta con el color del partido, incluye la lista completa de candidatos.

Los 4 sobres pequeños se introducen por el funcionario de la Mesa en un sobre mayor. Se cierra el mismo sobre grande y ambas manos, la del elector y del jurado, introducen en el ánfora que va recogiendo los votos. El escrutinio se hará a las 18.00 y sus resultados enviados a la Corte más próxima que lleva celoso control hasta el domingo por la tarde, cuando se procederá a un recuento y al anuncio de los resultados. Todo perfecto, ninguna discusión, ningún fraude o incorrección que no se hubiese subsanado de inmediato. Eso sí, al tratarse de una votación anticipada, los resultados son reservados hasta el día del voto.

Dos grandes bloques concurren a las urnas. El de la Derecha formada por conservadores, liberales, demócrata cristianos y del Centro que están en el Gobierno durante los últimos tres mandatos y el otro bloque, de socialdemócratas, ambientalistas y de izquierda, ahora mismo en la oposición.  Al margen, sin formar bloque están los de Suecia Democrática, que van solos, cobrando mayor actualidad y con su programa de exclusión de los inmigrantes. Una línea similar a la existente en Francia, en Inglaterra calificada de racista, discriminatoria y velada, de oposición a los extranjeros.

Una frase que dibuja la política del grupo socialista, al parecer,  el favorito en estas elecciones “Una Suecia Mejor para todos” con la consigna de conseguir trabajo para todos, justicia social y oportunidades y bienestar estable, da una idea de sus programas y proclamas. Los burgueses, desean continuar con su política de privatizaciones frente a la inoperancia de una burocracia satisfecha, inciden en profundizar la formación humana, como la mejor manera de competir con la profesionalización masiva de Europa en general, con el fortalecimiento de la industria, de la exportación y una disminución de los impuestos que agobia al sector empresarial.

Antes que subsidios, preferimos el trabajo estable dicen los de Suecia Democrática. Ayudar a los países pobres dentro de su territorio. No traerlos a Suecia necesariamente. El sistema de pensiones tiene que mejorar liberándolos de impuestos como sucede hoy día. El servicio público tiene que mejorar creando puestos de trabajo permanentes, en suma “Nosotros somos el Partido de Suecia”. Lo que llama la atención es que esta agrupación está ganando terreno en las encuestas y aunque en ambos bloques políticos tienen grandes opositores, hay ciertos colectivos que los apoyan sin escrúpulos. Para citar algo sobre la política de Defensa, proclaman la necesidad de fortalecer la defensa en todos los órdenes, empezando por la economía, en materia de combatir la criminalidad, darle mayor apoyo a la salud pública, y ofrecer puestos de trabajo fijos que cuenten con respaldo y seguridad social más amplia.

Ha pasado el tiempo de la reflexión para elegir en forma eficaz primero los mejores programas de Gobierno, luego a los ciudadanos más aptos para la responsabilidad de gobernar y finalmente para replantearse los grandes principios humanistas y sociales que se puede decir son comunes a los partidos políticos que han logrado “enamorar ”a los electores. El domingo 14 de septiembre a las 20 hs., se tendrán los primeros resultados en los medios suecos.

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