Según publica el diario 'Dagens Nyheter', la Policía sueca ocultó los acosos sexuales que se cometieron contra adolescentes en el festival We Are Sthlm durante 2014 y 2015 a fin de no desvelar que los autores de los delitoseran en su mayoría jóvenes demandantes de asilo, muchos de ellos menores llegados a Suecia sin familia.
El festival se celebra en varios escenarios en el centro de la ciudad de Estocolmo durante el mes de agosto y se considera uno de los más importantes de Europa para adolescentes entre 12 y 17 años. Los hechos que ahora han salido a la luz acontecieron en las dos últimas ediciones. Aunque la policía era conocedora de que bandas de jóvenes habían manoseado y acosado sexualmente a decenas de chicas, describió la atmósfera como tranquila y evitó informar tanto de lo sucedido como del origen de los atacantes. «Deberíamos haber escrito y explicado esto a la gente. No hay duda. La razón por la que no lo hicimos la desconozco», explicó Varg Gyllander, portavoz de la policía. También se comprometió a investigar los hechos y el por qué no se dio a conocer al público.
En algunos de los informes a los que ha tenido acceso el Dagens Nyheter, se describe a los atacantes como «jóvenes refugiados, probablemente de Afganistán» y se indica que varios fueron arrestados por abusos sexuales y peleas durante la noche. Sin embargo, apenas se produjo una docena de denuncias por la rapidez con la que actuaban y por la dificultad de las chicas para identificarlos entre la multitud. También se explica en estos documentos policiales como muchos agentes tuvieron que dedicarse a consolar a las adolescentes y a acompañarlas a sus casas.
El primer ministro del país, Stefan Löfven se ha mostrado enojado por la noticia y ha declarado que no se puede mirar hacia otro lado. «Siento un gran enfado de que las chicas jóvenes no pudieran ir al festival sin ser ofendidas, acosadas y atacadas sexualmente. Es un grave problema para los afectados y para todo el país. No vamos a ceder una pulgada y no debemos mirar para otro lado».
En las investigaciones de la policía sueca no suele darse a conocer el origen étnico de los delincuentes, aunque, tras lo sucedido en Colonia, están saliendo a la luz en varios países de Europa incidentes de acosos sexuales llevados a cabo por refugiados. En Suecia, cuya política de acogida de refugiados ha sido hasta el momento una de las más generosas de Europa, empiezan a surgiralgunos brotes de xenofobia y se considera que uno de los grandes problemas son los menores no acompañados, que se calcula fueron más de 30.000 en 2015. Para las autoridades es difícil establecer su edad real pues muchos carecen de documentos y, además, muchos de ellos abandonan los centros de acogida y se dispersan por el país sin poder ser controlados oficialmente.
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