La habilidad boliviana, la limitada capacidad de control de la policía, la benevolencia de vecindarios en las zonas productoras y la porosidad de las fronteras nacionales se han entrelazado para levantar la producción boliviana de cocaína y llevarla al segundo lugar en el mundo después de Perú, que ahora lidera la carrera y se perfila como campeón y medalla de oro.
Datos de la Oficina de control de Drogas de Estados Unidos muestran a Bolivia en un empeño que, de mantener el ritmo, puede amenazar el predominio alcanzado por Perú mientras le saca rápidamente ventaja a Colombia, hasta hace poco detentora indiscutible de la presea universal.
Datos de la Oficina de control de Drogas de Estados Unidos muestran a Bolivia en un empeño que, de mantener el ritmo, puede amenazar el predominio alcanzado por Perú mientras le saca rápidamente ventaja a Colombia, hasta hace poco detentora indiscutible de la presea universal.
El esfuerzo boliviano para llevarse el argento viene de muy atrás, pero fue en los últimos años que su dedicación maduró para empezar a exhibir frutos olímpicos. Las autoridades nacionales encargadas de controlar el certamen negaron la hazaña, pero esa actitud ha sido vista como un intento mezquino por restar méritos a los resultados exitosos de Bolivia. Lo cierto es que ni bajo los gobiernos más liberales Bolivia había alcanzado esos resultados.
Perú y Bolivia aprovecharon un prolongado descuido de Colombia, comprometida en un programa para desactivar su capacidad productiva, para acelerar su marcha y colocarse en la cabeza del grupo productor. La declinación colombiana fue la mayor desde 1994, de acuerdo a un informe de la Oficina Nacional de Control de Drogas de Estados Unidos.
Un informe del director de la Oficina de Control de Drogas de Estados Unidos, Gil Kerlikowske, destacó esta semana el descenso de Colombia, que redujo su capacidad productiva en un 25% para llegar a 195 toneladas métricas. Ese volumen es un 72% inferior al pico máximo alcanzado en 2001, cuando Colombia produjo 700 toneladas, destacó el informe de la autoridad estadounidense.
Con la baja de la guardia colombiana, Perú y Bolivia aceleraron la marcha y el primero produjo 325 toneladas en 2010 en tanto que Bolivia llegó a 265 toneladas en 2011. El liderazgo colombiano fue hecho añicos.
Es la primera vez desde 1995 que Perú y Bolivia se colocan al frente en la carrera productiva de drogas. El notable resultado es visto como fruto del Plan Colombia, que se lleva a cabo en la vecina nación con apoyo de Estados Unidos desde1999. Se calcula que Estados Unidos ha invertido hasta ahora 7.500 millones de dólares en el plan.
“Esto tendrá enormes implicaciones no sólo en Estados Unidos sino en todo el hemisferio occidental”, dijo Kerlikowske, citado por el servicio de noticias de la BBC. El funcionario subrayó que la aguda declinación colombiana coincidía con las cifras más bajas de muertes en estados Unidos por sobredosis de cocaína.
No han sido precisadas las consecuencias que podría tener para Bolivia el haber dejado atrás a Colombia en la carrera productiva. Pero el ímpetu asumido en la carrera podría explicar la racha de incautaciones de drogas que han ocurrido en los últimos dos años, que exhiben el esfuerzo por mejorar posiciones en la carrera. Algunas regiones de los valles centrales, donde la producción de hoja de coca y el surgimiento de laboratorios cunde, han asumido el color verde claro del vegetal y han conferido a la región una bonanza que parece no tener paralelo en el resto del país.
Los organizadores del certamen aún no han hecho conocer la fecha de la premiación.
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