Suecia es sin duda alguna un reino de consumo, de inconmensurables mercados que en ocasiones como la festivilidad del solsticio de verano (midsommardagen) se ponen de manifiesto con las abrumadoras cifras de ejemplo que nos ofrece la estadística:
"sill" ese pescadito sumamente salado recortado en cuadritos de un centímetro no puede faltar en todo el veano. se venden dos millones de frascos concentrados y tres millones y medio.
"patatas" durante el fin de semana se venden entre 1.500 y 2.000 toneladas de papa fresca, recién cosechada que se consumen por todo el reino entre pobres y ricos es muy popular.
"frutillas" curioso de mide en litros, en realidad debería ser kilos en una cantidad de 30 millones de consumo anual, en la ocasión será de 5 a 6 millones de litros.
"lácteos" en forma de crema combinada con la fruta, cerca de 100 toneladas. 30 camiones pesados.
"bebidas" dos millones extra de compradores de bebidas que han hecho colas en los almacenes del "Systembolaget" (la estatal monopólica de las bebidas con cientos de distribuidoras) se han vendido 6 millones de litros de cerveza fuerte, aguardiente que sube de 13 litros a 168 mil litros por semana
La nota concluye aclarando que no es la bolsa, ni la oferta ni la demanda que rige para el precio de la popular frutilla, sino el tiempo. Si aumenta el calor dificulta su conservación, mayor gasto en refrigeración, entonces aumenta el precio. Pero algo es muy cierto, ninguno de los diez millones de habitantes de Suecia puede dejar de comer frutilla con crema en el Midsommar