Efectos de la globalización en Volvo
Mauricio Aira
Al abrir el diario que muy temprano deja caer un canillita en el buzón de casa, aparece en primera página la crisis que afecta a Volvo (automóviles personales) y que obliga al despido de dos mil personas entre consultores, obreros de la banda de producción y algunos técnicos. Conocida la marca Volvo a nivel mundial constituye el emblema de la industrialización eficiente de Suecia sinónimo de calidad y garantía de mantenimiento. Volvo que tiene además otras fábricas (de camiones, maquinaria de construcción, motores a babor y aviones) había venido desarrollando en forma exitosa hasta que al asumir la globalización se unió a la Ford de Estados Unidos por aquello de los mercados ampliados y perspectivas a largo plazo.
Echar a la calle a dos mil dependientes es ciertamente una forma de ahorro casi brutal, de disminución de costos, declaró Fredrik Arp el Gerente General tratando de explicar que el mercado automovilístico estadounidense empeoró tanto, que sumado a la baja coyuntura económica está logrando arrastrar en su caída a las finanzas europeas. “Es una realidad dura y contundente y no se puede estar seguro que las medidas de hoy serán suficientes”. En todo caso el empresario mantiene la esperanza de convertir las pérdidas en ganancias moderadas durante la próxima gestión.
Algunas cifras nos ayudarán a entender la crisis. La empresa tenía en 1999 25 mil empleados que fueron disminuyendo a la cifra actual de 17.616, entre Gotemburgo, Bélgica, Thailandia, Malasia y otros países. Las ventas en EEUU bajaron de 134.620 automóviles el 2003, hasta 106.125 el 2007, otro factor es la caída del dólar de 8 coronas suecas en 2003, a 6.14 de la fecha. Las críticas contra la Ford van de las compras de materias primas a precios cada vez mayores dentro y fuera de EEUU, sin embargo del gran éxito con el lanzamiento de un jeep XC90 producto de la fusión que logró record de ventas, aunque gran parte de los recursos gananciables se han invertido en producir “vehículos ecológicos” en competencia con las mayores fábricas del ramo, los coches Volvo se venden bien en Rusia, India y China y otros mercados europeos y se planea remontar la situación que ha provocado gran pesar entre los 1.200 que recibieron la notificación de despido.
Algunos de los afectados habían trabajado más de 25 años entre obreros y empleados siendo el grupo de primer impacto, el segundo afecta a los más nuevos aún cuando se encuentran protegidos por los contratos colectivos que les garantizan su entrada al mundo de los desocupados con un seguro de desempleo que en el mejor de los casos les compensará durante 12 meses con el 80% de su salario. Además de los afectados que trabajan en la planta principal de Tourslanda, quedarán cesantes otros en Angered, Olofström, en el exterior (300) y 500 consultores. “Ahora pensamos focalizar esfuerzos en la producción de motores que ahorren combustible y produzcan el menor daño al medioambiente” asegura Fredrik Arp sin ocultar su descontento por la forma en que sus predecesores actuaron sin preocupación por el futuro oscuro que se veía venir.
La reacción de los líderes sindicales que fueron convocados a conocer en detalle las acciones que está asumiendo el empresariado de Volvo no se dejó esperar “han elegido el peor momento para dar la noticias a las familias” refiriéndose al inicio de la vacación colectiva que abarca todo el mes de julio. “por otro lado ya veíamos venir la catástrofe aseguró Mikael Sälltröm presidente de la sección sindical (Aquí le llaman IF Metalls klubbordordförande) por lo que organizamos una comisión para negociar con Volvo y amenguar los efectos de la drástica medida patronal, cuando termine la vacación o sea en agosto venidero”. Como resultado de la situación creada por la disminución de las ventas y las fluctuaciones de la bolsa de valores se había especulado que Ford Volvo podría ser vendida y que BMW, Nissan/Renault o GAZ fueron mencionados como interesados en comprar la firma. El dirigente sindical manifestó su confianza “de que el rumor no pase de especulación y no sea cierto lo de la venta”.
Al plantearse la cuestión lejos de acentuar que el crecimiento económico es la respuesta a las necesidades humanas en un mercado libre sin intervención estatal, cuyo rol termina en lograr la estabilidad social indispensable protegiendo la propiedad privada, la desregulación que precedió a la fusión de Ford Volvo y otras que registra Suecia como Saab General Motors, está resultando que los agregados macroeconómicos como ser nivel de precios, déficit público, deuda externa y la rigidez financiera que debieran dar solidez a la convertibilidad de las divisas, están nomás determinando el libreintercambio sea de productos como de unidades de producción con la movilización de capitales que permiten las ventas y las compras por encima de las naciones.
En todo caso lo sucedido con Volvo la fábrica de automóviles más popular de Escandinaria ubicada a pocos kilómetros de nuestro domicilio, ha caído como pesada carga sobre los dirigentes políticos, empresariales y laborales de la región que ven en el achicamiento de la empresa con despidos masivos de su personal, una señal negativa del desarrollo económico que necesariamente afectará a otros rubros de la actividad pública y privada primero de Gotemburgo y luego de Suecia en general.
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