Torsdag 29 maj är Sverige värdland för den första uppföljningskonferensen i det internationella partnerskapet med Irak "Iraq Compact Annual Review Conference in Stockholm" (ICI). Statsminister Fredrik Reinfeldt öppningstalar på konferensen och kommer även i samband med denna att träffa USA:s utrikesminister Condoleezza Rice, Iraks premiärminister Nouri Al-Maliki samt FN:s generalsekreterare Ban Ki-moon.
Por Mauricio Aira
Cada paso hacia adelante en busca de la Paz en Irak es importante, tal es el objetivo del Gobierno de Suecia al organizar el evento que, durante los días 29 y 30 de mayo, reunirá a los principales actores de la política involucrados directamente con la problemática de una guerra que se inició bajo bases falsas, que fue deficientemente preparada y peor llevada, no obstante la inicial y aparente victoria estadounidense.Estarán presentes Ban Ki-Moon, secretario general de la ONU, Maunochehr Mottaki, ministro de relaciones exteriores de Irán, Nouri al-Maliki, primer ministro de Irak, Condoleezza Rice, secretaria de Estado de EEUU, y por el Gobierno anfitrión Carl Bildt, canciller de Suecia, asistidos por 600 personas que analizarán el fortalecimiento del rol pacificador del organismo mundial, el trabajo post conflicto en un desarrollo pacífico de la reconstrucción de Irak. La sede del encuentro será Upplands Väsby, en las afueras de la capital, aunque los delegados e invitados especiales pernoctarán en hoteles del centro, lo que ha necesitado del aporte de 800 policías para controlar la seguridad.Se trata de encontrar la mejor vía hacia la gigantesca tarea de reconstruir Irak, después de seis largos años de una cruenta guerra, crear o recrear la infraestructura, la economía, las instituciones civiles para acceder a la normalidad de un desarrollo económico independiente. Analizar la presencia de Naciones Unidas en todo el proceso, de modo que las tropas y la influencia de los Estados Unidos se vayan retirando del escenario. En este punto se han oído críticas que ven en la conferencia una forma de quitarse la responsabilidad de lo que viene por parte de Inglaterra y Estados Unidos y dejarle la carga a la ONU, tal como ocurrió en Afganistán con las consecuencias que todos lamentamos.Pierre Schori que ocupó la Embajada sueca, en Nueva York, y con larga experiencia en el campo diplomático ha expresado que "Naciones Unidas corre el riesgo de verse más y más involucrada en la violenta guerra civil, que puede desatarse en Irak tras la salida de los soldados yanquis", aspecto confirmado por declaraciones de Condoleezza Rice, que quisiera tener el apoyo de otras naciones cuando disminuya la presencia militar y se necesiten soportes para asistir a las necesidades del pueblo iraquí.Los analistas locales no ocultan el interés de las empresas suecas de ofrecer sus productos desde barcos, camiones y tractores para subsidiar a la reconstrucción, habida cuenta de las potencialidades de Irak como nación rica en petróleo e importante mercado de consumo, de ahí la presencia en Väsby de personeros del Banco Mundial y de Fondos de Reconstrucción que quisieran ver políticas claras, libres de toda sombra de corrupción en las negociaciones, evitando la presencia de lobbystas e intermediarios, que entorpecieron tareas similares antes de ahora.Britt-Marie Mattsson una de las más autorizadas de la prensa escandinava ha expresado que se espera un mejor desempeño del principal funcionario de la ONU, por cuanto hasta ahora desde su elección no ha dado señales de peso y se ha mostrado excesivamente cauto en las decisiones que ha estado asumiendo. La pregunta es si Ban Ki-Moon se dejará envolver en Irak, como ha ocurrido en Afganistán, convertido en una trampa de la que las tropas de paz no están pudiendo salir, más por el contrario, se ven inmersas en acciones sangrientas que es preciso evitar a toda costa. (Se refiere a la gestión de Koffi Annan)El canciller Bildt ha expresado que es importante para Suecia participar de las tareas de pacificación, aunque no pudo precisar de qué manera, por lo que la Conferencia de Estocolmo, puede fijar las posibilidades futuras, aunque no se puede alimentar grandes expectativas, eso sí ante Estados Unidos se tendrá que abordar la situación de los refugiados de Irak, que se han acogido al asilo sueco. No es posible que un pequeño país como Suecia haya recibido un número mayor de refugiados iraquíes que Estados Unidos y Canadá juntos. Finalmente, la Conferencia alberga la esperanza de un encuentro directo entre Irán, Irak y Estados Unidos para discutir problemas colaterales, que involucran al Líbano y Palestina y que en otros escenarios ha sido muy difícil abordar.
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