planeomanía se podría denominar a la inveterada costumbre, nada reprochable de la pedagogía sueca que enseña los beneficios de programar las actividades propias con anticipación y con el detalle de día y hora, así las empresas, los sindicatos, el sector público reparten entre sus allegados sendos calendarios con la enumeración de semana 1, 2, 3, etc. hasta la 52, que curiosamente empieza en lunes, no en domingo como nuestros calendarios en América Latina, y con las horas de 8.00 a 18.00 y el espacio en blanco para programar la tarea que uno tiene fijada. El método que se ha castellanizado y le llaman "calendarizar" es excelente y desde muy pequeños los entrenan a planificar su tiempo. Del calendario no se escapa nadie, allí están los días de trabajo y los de descanso, así los príncipes Victoria, Felipe y Madelaine tienen un calendario que es público en sus lineamientos tienen una serie de tareas para la primavera que empezará la semana 14 y se prolongará hasta encontrar el verano 2008. Victoria seguirá estudiando en la Universidad la carrera de Ciencias Políticas, con un pensum especial que los expertos elaboran y donde están contemplados los temas que necesitará cuando un día sea coronada como la Reina de Suecia, Felipe continúa su carrera militar, sin descuidar los conocimientos complementarios a su labor extra que es la fotografía que le permitirá presentar exposiciones fuera de Suecia con el resultado de su trabajo ya profesional, Madelaine se está consagrando muy seriamente al trabajo humanitario sin dejar de lado la profesión ya adquirida de "decorado de interiores", todo ello en el marco del programa oficial que les obliga la asistencia a los actos oficiales, acompañando a sus padres, representando a Suecia, o trabajando en proyectos subsidiarios.
Lo importante es que todos contribuirán a propagandear al Reino de Suecia, animar programas oficiales y llevar adelante las tradiciones, usos y costumbren de la moderna monarquía, apoyada por la mayoría de los ciudadanos y dentro del positivismo del modo sueco.