El presidente de Brasil Lula llegó a Suecia y recibido con toda pompa, nada menos que por la princesa heredera Victoria, se encontró con los Reyes, con el Parlamento y con gente de la calle. Lula no tuvo reparos en elogiar el sistema sueco, máxime si se encontró con antiguos dirigentes obreros, algunos de los que conoció cuando lo visitaron en las cárceles donde guardó prisión como líder del Partido de los Trabajadores y con los que tuvo emotivos encuentros. Lula vino a negociar entre otros el ETANOL, que Suecia está utilizando cada vez más como un combustible barato, ecológico y práctico, sin descuidar investigaciones propias, es decir la producción de Etanol de sus materias primas que se dan en abundancia especialmente en las zonas boscosas que abundan por toda su geografía, más por el momento hay que aprovechar la oferta brasileña y seguir importando para sustituír la gasolina y el petróleo que tanto daño ocasionan al medio ambiente. A nivel mundial continúa el debate de hasta qué punto es conveniente utilizar productos de la tierra para fabricar combustibles sustitutivos, aunque la discusión continúa Brasil y Lula siguen negociando su Etanol.
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