En Suecia funciona un acuerdo básico entre los trabajadores LO (Unión general de Trabajadores, o sea la Central Obrera sueca) y la Federación de empleadores (SAF). La primera es la central sindical más fuerte de todo el mundo capitalista, constituye un formidable factor de poder en toda la sociedad, en virtud de su relación simbiótica con el partido más importante, el socialdemócrata. (S) El mercado laboral sueco está minuciosamente organizado, con una tradición centralista también del lado patronal: la SAF ha sido desde comienzos de siglo un interlocutor obvio de la LO. Mediante negociaciones centralizadas, la SAF y la LO han definido desde los años 30 los marcos salariales y de reglamentación de la mayor parte del mercado de trabajo, en el que las relaciones laborales, a pesar de las presiones de los últimos años se deben considerar tranquilas y estables, si se las mira en un contexto histórico internacional.
La políotica salarial solidaria es la piedra angular de la política de mercado de trabajo. Quiere esto decir que las tareas semejantes de trabajo deben remunerarse con el mismo salario, prescindiendo de la rentabilidad de cada empresa. Las políticas laborales activas, tales como los diversos programas de formación complementaria y reconversión profesional, se cuentan también entre los elementos esenciales del "modelo sueco" en el mercado de trabajo, lo mismo que un activo sericio de colocaciones y programas estatales de trabajo transitorio y de formación de los trabajadores en períodos de desempleo.
Los últimos decenios se ha acentuado la polarización en el mercado laboral. Tanto el movimiento sindical como el Partido Socialdemócrata se han debilitado, aunque siguen siendo elementos predominantes de la sociedad. El modelo de negociaciones centralizadas ha empezado a ponerse en tela de juicio, principalmente por los representantes de los patrones o empleadores y de los partidos de centro derecha que quisiera ver a las organizaciones laborales con menor poder político.
En la próxima entrega nos ocuparemos de Suecia como el país de la mayor igualdad social mundial.
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